jueves, 6 de noviembre de 2014

El amor de un perro esclavo


Me obligas a perforar victimas con mis fauces, lo hago por ti, frío a mi deseo, sangro por ti, sufro por ti, tan fiero y tan sumiso ante ti.
Instrumento de tu penuria moral, esclavo de mi lealtad, de mi amor incondicional.
 Róbame los ojos y sé testigo de como te observo, ¿Estarías dispuesto a sangrar por mí?  yo no dudaría en morir por ti.
Despoja mi piel y siente mi dolor, tanto tengo para dar y con tan poco me puedo conformar.
 Rózame con tu mano... estoy asustado, contágiate de mi ilusión, mi corazón no se rinde.
Camina conmigo mientras el firmamento nos contempla, no soy difícil de contentar, ¿Tienes miedo? No lo tengas, yo te voy a cuidar.
Perdóname, ya no soy el mismo, tanto amor guardado en una existencia tan fugaz, he vivido por ti y muero sabiendo que tú no viviste por mí.
No me lastimes, no me abandones, estoy viejo y cansado, apiádate de mi.
Moriré sabiendo que nunca hubieses sangrado por mí, moriré sabiendo... que doy la vida por ti  

No hay comentarios:

Publicar un comentario